ROBARON NUESTRAS VIDAS

Publicado en por Julio Mauricio Pacheco Polanco

 

¿Cuál es la diferencia entonces?, ¿qué tanto te jode? Era una discusión ácida. Siempre estuve en contra de la retórica. Para mí la retórica siempre fue el arte de desvirtuar la verdad, con ésta todo podía ser explicado y defendido impunemente. ¿Te parece poco que nos roben en nuestras narices y que el pueblo peruano tenga que aceptarlo conviviendo con el miedo a pedir justicia? ¿Y a quién le importa eso?, la ética, siempre te presentas con un: “antes de iniciar con la conversación debo advertirle que usted va a conversa con alguien que cree en la ética”, eso no existe Mauricio, aquí todos quieren evadirse de cualquier manera, una buena hembra para tirar, un buen whisky y si es posible, con cocaína al mejor estilo de los caviares, ¡la tentación de querer vivir los gustos de la burguesía!

Que no es machismo, tienes que marcar siempre territorio cuando viene otro huevón y quiere humillarte delante de tu esposa, si es posible hay que sacarle la mierda, nunca un hombre debe permitir que otro venga y quiera hacer que nuestras mujeres nos pierdan el respeto. Lo que pasa en los colegios, todo se empieza con manoseos y tocadas, sin que te vayas dando cuenta, te están mariconeando, te corren mano y después crees que eso ya es tolerable. ¡Tenemos un espacio individual de 30 centímetros inexpugnable en nuestro cuerpo que nadie puede vulnerar! Hay otras formas de vulnerar ese espacio mi estimado, le dije a mi amigo abogado, la vez pasada todos la estaban enamorando, era como un complot, y claro, las mujeres sienten el cortejo, se excitan, yo le preguntaba a mi amigo funcionario del banco si alguien ponía control a ello, es que la estaban enamorando todos a la vez, turno por turno, mi amigo funcionario me dijo que nadie ponía orden ante ello, “que los hombres van hasta donde las mujeres lo permiten”, pero no puedes largar a todo el personal, ¿no?, ¡hacen lo que les da la gana en todas partes poeta! Ya, sí, lo sé Mauricio, entonces qué, ¿debe uno dejarse humillar por algún patán que quiere hacerse el importante delante de la esposa de uno?, yo alegaría emoción violenta, le parto la cara en primera, y no es machismo, es hacerse respetar como esposo y protector de su propia familia.

Pero y qué, ya, nos robaron nuestras vidas, pero qué de malo tiene drogarse un poco, chupar todos los fines de semana, estar con prostitutas. Es que no te das cuenta, te has quedado sin autoestima, crees que mereces solo el amor de las marocas, que tu estilo de vida es el mejor que llevas. Te diré que eso es soledad, y que eso nos pasa a todos, dime, por qué debo hacerle el amor a las marocas varias veces por semana para sentirme menos tenso, ¿no merezco una muchacha decente con quien el sexo sea también el deseo que se siente cuando se conversa?, te diré que hacer el amor es también filosofar y hacer las demás labores que hace cualquier hombre casado, eso es hacer el amor, no solo tener sexo. Y qué, está bien, me quedé sin familia, pero tengo mi trago pues poeta, me gusta evadir la realidad de esta manera. ¿Qué los que manejan el poder nos intimidan bajo presiones de perder el trabajo?, y qué, me dan lo que necesito para sobrellevar esta vida de mierda donde todos se hacen la vida imposible entre sí, y para tu conocimiento, nadie es feliz. La diferencia es estimado doctor, que yo no tolero ello, yo no bajo la cabeza ante lo que me parece que es injusto, yo contesto, me rebelo, que, ¿acaso no soy un ser humano que merece ser tratado con respeto y dignidad?, ¿por qué tendría que ser mellada mi dignidad y disminuido moralmente como persona? ¡Nos robaron eso y mucho más!, no solo nos robaron la vida, nos robaron hasta la libertad de fuero interior, creemos que todo lo que hacemos está bien, y así lo pensamos.

Competimos entre todos Mauricio, el hombre está condenado a tener dinero para poder tener una mujer e hijos. Un hombre sin dinero es un hombre destinado a la soledad, ¿Has visto cuántos hombres solos hay en el mundo?, claro, no todos tuvieron la opción de poder elegir la mujer que desearan para que fuera la madre de sus hijos. ¡El dinero!, el dinero es un gran atractivo para las mujeres, las seduce, el poder que tiene éste es una garantía de coito cuando te dan el sí en la seducción. Un hombre con dinero es un macho alfa con muchas posibilidades de sobrevivir en este mundo lleno de estafadores, ladrones y políticos corruptos. Por eso, cuando alguien quiere pasarse de pendejo conmigo delante de mi espo

sa, pongo límites de inmediato, no me importa si me meten preso, prefiero pasar la noche en el calabozo a llegar a casa y ver que mi mujer ya no me respeta.

¿Y qué, qué logras con escribir que nos robaron las vidas?, ¡nada!, te diré que nada, la gente no se compra los pleitos Mauricio, la gente solo quiere llegar como puedan a sus casas y descansar. Total, los peruanos somos personas con memoria de siete días, hemos aprendido a olvidar y a dejar pasar.

Dejar hacer, dejar pasar, el mundo es así y no debe ser así. Hay algo muy atávico en el ser humano, en cada uno de nosotros cuando marcamos territorio y lo defendemos hasta la muerte. Pensaba en ambas conversaciones mientras calaba un tabaco. Que cuál es la diferencia, pues el decir No, el no conformarse, el rechazar cualquier tipo de infamia o deshonra, creo ser más preciso: el no permitir que nos sigan robando la vida.

Me senté y escribí.

 

Julio Mauricio Pacheco Polanco

Escritor

 

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