LAS VANIDADES DE LO ETERNO
Quizás aún no lo entiendas
Pero desde que naciste ya habías perdido,
Sea lo que fuera que hagas
Podrás ser feliz o desgraciado,
Mas de todas maneras perderás,
Perderás en ese breve camino hacia la muerte,
Ningún argumento te podrá salvar.
¿La inmortalidad del genio lo compensa todo?
Te diré que eso es falso,
Mientras los gusanos devoren tu carne
Poca importancia tendrá tu nombre
Desde los campos Elíseos
Hasta las noches de los bohemios que hablarán sobre ti.
Esos homenajes en tu ausencia no sirven, así que no te consueles con la idea de lo eterno.
No niego que después de muerto seas alguien digno de ser alabado
Pero eso lo ignorarás, quizá lo último que veas,
Sea el largo pasillo de un Hospital, donde solo
Retorcido de dolor, liberaste una maldición
Sin imaginar todas las glorias que bendicen tu nombre,
Todos esos reconocimientos que te fueron esquivos en vida.
Quizás aún no lo entiendas,
Pero desde que naciste ya perdiste,
Este deseo de saber qué es la vida es un permiso otorgado a pocos,
Y en esto nada cuenta el talento mi amigo,
Porque es probable que tu genio sea inesperado,
Pero eso no garantiza nada,
Mas si en tu empeño te consuela la inmortalidad
Pues persevera mi amigo, mas debes considerar que
Cuando cierres los ojos para siempre
Ésta será solo algo probable, como todo en esta vida lo es,
Un quizás, un tal vez.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco