EL AMANTE QUE NO PODÍA PARAR
No te quedes más de una hora dentro de mi habitación
Es lo normal para hacer el amor
Siempre y cuando seamos rápidos y nada resulte complicado.
Me dices que el amor es fácil y te doy razón en ello
Es como sacar la cabeza de vez en cuando del agua mientras buceas
Y te das cuenta que quieres estar siempre sumergido
Probando una y otra vez, hasta quedar saciado
Lo cierto es que llegado el momento te das cuenta que vives entre dos mundos
Y a ninguno de los dos deseas dejar
Porque así es el amor con las muchachas
De pronto aparece una y logra perturbarte y crees que es el Amor
¿Pero esto no me pasa con cada una de ellas?
¿Alguien me puede explicar este fenómeno?
Porque hace años ya vengo haciendo apología al amor
Pero más pareciera un rechazo a quedarme con una sola
Porque si mis estimados lectores percataran esto
Si repartimos de las 24 horas del día, una hora para cada muchacha
Muy bien podríamos decir que en el día nos hemos enamorado 24 veces
Y entonces es difícil precisar con quien uno quiere quedarse
Si es que hay tiempo entre estos menesteres para escribir
O en todo caso para saber qué ocurre en el mundo.
Alguna vez me preguntaron: ¿pero es que no vas a parar nunca?
Dime de una muchacha que no quiera amar
Señálame la ciudad donde ellas no estén ansiosas de placer
Descríbeme un rostro donde no exista la posibilidad de la posesión
Yo puedo contestarte con estos escritos o dibujos como también canciones
Pero en esto del amor, podría argumentar sinceramente
Una va y otra viene, pero ninguna me retiene
Si acaso después de las quincenas empiezo a elegir las que sean mías
Y sin piedad alguna me olvide de querer quedarme con alguien
Y no es que sea un Casanova o un amante superficial
Hay algo en mí que me insta a no repetir de mujer
Sé que suena a leyenda, pero tener casi 50 años es razón suficiente para decir:
No, no quiero quedarme con una sola,
¡Abran paso por favor que mis apetitos son inconmensurables!
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco