EL PROFETA QUE TIENE TODAS LAS RESPUESTAS
¡Oh, viejo Nietzsche!
Ahora sí conversaríamos contigo,
Aprenderíamos alemán solo por oírte hablar,
El siglo XIX no te entendió cuando más solo estabas,
Cuando escribías libro tras libro
Y a sabiendas, escribías con certeza
Para el hombre del futuro,
Porque el siglo XIX solo te entregó soledad extrema.
¡Oh, viejo Nietzsche!,
Ya nadie podrá decirte cuántos amigos tienes,
Ni cuánto se habla sobre lo que fue tu pasión,
¿Qué es un Profeta cuando nadie lo llama,
Cuando aún no es necesario?
¿Qué situaciones atraparon el instante de la lucidez
Cuando el vidente supo de su condena en el presente
Y el encuentro de voces en el futuro?
¡Yo fui tu amigo cuando tuve miedo,
Y te leí hasta la puesta de Sol con entusiasmo,
Celebrando todo lo que tuviste a soportar
Sin corromper tu integridad!
Es inevitable por tanto mi premonición o augurio,
¡El genio oculto del que nos ve con nitidez
Ya ha explicado lo que somos sin que caso se le haga,
Mas será el mañana la primavera,
Cuando no estemos y sean otros
Los que entiendan soledades peores
Del Profeta impoluto bajo el signo de la maldición!
¡Ese verbo ya nos ha explicado!,
¡Oh, futuro donde yo no esté,
Oh futuro donde estamos resueltos!,
¡Oh, viejo genio que tienes la respuesta que nos hace falta!
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco